Pero, como no todo el monte es orégano, hay algunos comportamientos que conviene evitar. Puede que algunas de estas prácticas ni si quiera os resulten molestas, pero no obstante os aconsejo no realizarlas, pues nunca está de más guardar las formas.
- Tener un perfil no dice nada de vosotros
En esta red social podréis conseguir contactos que os ayuden cumplir objetivos profesionales, ya sea encontrar trabajo, clientes o socios. Por este motivo, debéis actualizar vuestro perfil aportando la mayor información posible sobre vuestra trayectoria profesional y académica, vuestras aptitudes y validaciones, y cualquier información extra que consideréis relevante. - Utilizar un logo como foto de perfil
LinkedIn es una red social pensada para profesionales, por ello, si habéis creado un perfil para promocionar vuestra empresa, lo mejor será que os olvidéis de él y creéis en su lugar una Página de empresa. - No presentarse
Al igual que ocurre «en la vida real», las relaciones hay que cultivarlas antes de intentar buscar su aprovechamiento comercial, así que cuando entréis en contacto con alguien, no le enviéis inmediatamente un mensaje publicitario de vuestra empresa. - Contactar sólo con gente que conocéis
Si tan solo agregáis a gente que conocéis, debéis replantearos si os interesa estar en LinkedIn, pues no nos encontramos ante una red de amigos, ni de conocidos ni de compañeros de trabajo, si no ante una red social profesional. - Pedir recomendaciones a gente con la que no habéis trabajado, o que no conocéis
Por lógico que parezca, os sorprendería saber la cantidad de gente que pide recomendaciones a gente que ni conoce. Las recomendaciones son algo muy serio, por lo que conviene ser muy cuidadosos a quién y cómo las escribimos.
Fuente: websa100
