La extinción del Community Manager

Mucho se ha hablado y escrito sobre la fecha de caducidad de esta profesión pero, dejando a un lado las ponencias, escritos y charlas de los especialistas, gurús e influencers del sector, otro punto importante a tener en cuenta es la ignorancia y el desconocimiento de aquellos que contratan a estos expertos todoterreno, los Community Managers, Social Media Media Managers y demás profesionales del Social Media y las relaciones 2.0.

El origen del Community Manager y la falta de una regulación oficial no hacen si no empeorar la visión que algunos tienen de esta profesión, pues el hecho de que el nacimiento de este nuevo especialista provenga de los foros, hace que algunos se planteen: ¿Para qué invertir en Socia Media si dispongo de moderadores que me realizan el mismo trabajo, gratis? A todos aquellos que se hagan esta pregunta, les digo desde ya que no tienen ni idea de lo que implica ser CM, pues su trabajo va más allá de moderar un foro o publicar en Facebook y Twitter. Si aun tenéis alguna duda, podéis leer algunas de sus muchas funciones en este artículo: Diferencias entre Community Manager, Social Media Manager y Social Media Strategist.

«El ani-mal menor»

Al igual que en Master and Commander el capitán recomienda que siempre hay que elegir el «Ani-mal menor», no son pocos los empresarios que están deshaciéndose de sus responsables de comunidad. Como siempre, la «crisis» tiene gran parte de culpa, pues esta desaceleración económica no hace si no facilitar la labor a todos estos emprendedores que no dudan en sacrificar a sus Community Managers ante las primeras dificultades… No obstante, no es un proceso breve, pues como si de una enfermedad se tratase, el CM experimenta distintos síntomas antes de su inminente despido:

• Reubicación dentro de la empresa, en un intento de «aprovechar» ese sueldo que se le paga.
• Sustitución por sistemas de publicación automáticos (Feeds de Redes Sociales).
• Sustitución por becarios y/o foreros.

Siguiendo con esta analogía, me gustaría añadir que no tienen por qué darse todos los síntomas descritos.

Sorolla: ¡Y aun dicen que el pescado es caro!, 1894

Sea como fuere, el despido o la reubicación de esta incomprendida profesión están a la orden del día, pues muchas empresas no dudan en sacrificarlos y sustituirlos por algún otro empleado todoterreno o, en el peor de los casos, por una aplicación de publicación automática de feeds RSS en las redes sociales.